Polisemia 12: Renée Carmichael/Laura Benech

De uno a muchos (ahora-futuros híbridos)

Un espécimen único de Eichhornia crassipes no solo viaja desde la Amazonía, a través del agua, para agruparse con otros en una masa flotante en los humedales de Santa Fe, sino también desde su ADN a los pixeles de una imagen escaneada en 3D para re-materializarse junto con sus propias variaciones como obra de arte. El ADN de este único camalote se vuelve híbrido, mutado a través de códigos, cadenas de bloques (blockchains), resinas, metales, carne humana, petróleo, encuentros entre Santa Fe y Córdoba, impresiones, proyecciones y una lista imaginativa de materiales con los que Laura Benech especula futuros posibles.    

El camalote, localmente, florece; muriendo más allá, en agua salada, es un invasor, una plaga, traído no por el fluir del agua, sino por las tierras coloniales del toque humano. Sin embargo, los viajes transformadores de esta única planta –de uno a muchos, de semilla a masa flotante, de ADN a datos– no son abstracciones que toman su raíz fácilmente en los binarios de lo local o extranjero, de lo real o virtual, de un marco claro del pasado, presente y futuro. Las plantas híbridas son más afines a la localidad cambiante del camalote en Santa Fe: una materialidad específica que ocupa muchas posiciones en los movimientos constantes y combatidos de los suelos empapados de un ecosistema social. Cada camalote emerge desde y tiene agencia en el diseño de su paisaje nativo, precisamente porque es una mutación. En el metal algorítmico fusionado al ADN pixelado para formar una única planta en 3D, el debate generalizado de natural versus artificial se vuelve mudo; y en este silencio, el hecho particular de que un píxel no es el mismo que un átomo o que una impresión no es lo mismo que una proyección. Las diferencias materiales de cada planta son lo que mantienen terreno entre grados variantes de humedad y datos, así como Eichhornia crassipes libremente flotante recorre una línea fina entre agua y tierra, entre protegido y plaga.

La instalación Colección Reservada pone dos placas de Petri, cada una con uno de los elementos reales –el natural o el digital–, en la misma escala. En una placa el camalote está conservado en resina, y en la otra, está preservado en un código QR vinculado a un NFT  (Non-Fungible Token, por sus siglas en inglés). Los NFTs son maneras de certificar de forma permanente, en una cadena de números llamada token, recursos digitales, como imágenes y videos de obras de arte, usando la criptografía y la tecnología descentralizada de la blockchain. Existiendo como experimentos aislados desde 2014, efervesciendo bajo el nombre criptoarte en 2020 y explotando como NFT en 2021, los debates sobre el NFT y el mercado de arte se han polarizado rápidamente en fuerzas colisionantes –amor y odio, herramienta para un futuro descentralizado o desastre ambiental, libertad financiera o esquema ponzi, y así–,  dejando poco espacio para preguntas en una situación todavía en transformación. Sin embargo, como el Eichhornia crassipes flotando libremente entre agua y tierra, Colección Reservada re-materializa en, está protegido por y hace preguntas con ambos de sus lados: resina y NFT.

Estas re-materializaciones actúan a través de la diferencia: por un lado, hay una conservación, el ADN está fijado en resina para protegerse de cualquier modificación pero al mismo tiempo se lo deja abierto a los cambios materiales que ocurren con el tiempo, la descamación o la decoloración de la resina en los años que vienen; y por el otro lado, hay una preservación, la planta mutada en números codificados que preventivamente protegen el material, encerrando a la planta en la permanencia absoluta de la blockchain, en un “siempre”. Ambos lados, juntos, generan una suerte de ironía crítica sobre la protección de la naturaleza: la forma mutada de la planta es permanente mientras el ADN vive a través del cambio. La diferencia entre una placa de Petri y la otra invierte el juego antagonista entre material e inmaterial, abriendo a otras posibilidades re-materiales y dejando poco lugar para volver a polarizaciones. 

Hay un tercer gesto encontrado en el título cuidadosamente elegido. El camalote está reservado, como un suministro de productos básicos, un valor para vender en la blockchain, y así es una agencia activa en el Capitaloceno del cual debería estar protegido. Entre conservado, preservado y reservado, la naturaleza de ‘siempre’ como una solución tecnológica también muta como agencia participante; y mientras que SpaceX quiere imprimir bacterias y células en 3D para ocupar Marte como un acto de preservación del pasado total, las plantas poéticas en 3D de Benech son tanto conservadas como preservadas –al menos reservadamente aquí y ahora. Las especulaciones de Benech no son sólo operaciones formales para el futuro, son también “señuelos de sentimiento” en el presente. Como experiencias, nos seducen hacia los bordes de paisajes naturales y artificiales, de suelo empapado y tierra firme. 

Cada planta, ya sea viva, NFT, impresión, proyección o instalación, es experimentada por uno dentro de muchas mutaciones. En cierto minimalismo de laboratorio encontrado en la muestra, el uno tiene la posibilidad de abrir a más, de decodificarse al otro para luego ser re-codificado como el otro. Sin embargo, cada mutación no deja por completo la materialidad de su pasado. Los camalotes híbridos todavía tienen sus raíces en el ADN de un espécimen único de Eichhornia crassipes, que está re-experimentado muchas veces como una diferencia material, posibilitando la prueba de aguas futuras a través de gestos especulativos. Las mutaciones caminan en el borde entre (tecno)materialidades casi-extintas (como las plataformas centralizadas como Facebook o la variedad de especies en ecosistemas como humedales) y posibilidades futuras, como el NFT de una mutación permanente de una planta. En vez de que el pasado dicte el futuro, estas especulaciones son los fantasmas de ahora-futuros híbridos. 

– Renée Carmichael, Buenos Aires, septiembre 2021

1 Ver https://www.nasa.gov/mission_pages/station/research/news/3d-printing-biology-research-journey-back-to-earth-in-spacex-20-dragon

 2Isabelle Stengers usa la frase del matemático inglés Alfred N. Whitehead para hablar de un pragmatismo especulativo que abre posibilidades. https://parsejournal.com/article/the-insistence-of-possibles%E2%80%A8-towards-a-speculative-pragmatism/



Renée Carmichael

Soy investigadora, escritora y artista. Habito en lo liminal y me inspira el pensamiento cuántico. Experimento con el movimiento y el código, explorando lo calculado y el sentimiento a través de performances, textos, podcasts, videos, algoritmos y obras de arte en línea. Mis obras de arte se basan en procesos, haciendo nuevas preguntas para encontrar formas íntimas de ser un cuerpo junto con las tecnologías digitales. A menudo reúno ideas poéticas, científicas e interdisciplinarias que exploran los límites entre la teoría y la práctica a través de la improvisación y ecuaciones imaginativas.

Soy candidato a doctorado en Teoría del Arte Comparado en la Universidad Nacional de Tres de Febrero en Argentina. Tengo una maestría en Medios Interactivos: Teoría y Práctica Crítica del Goldsmiths College en Londres, he trabajado anteriormente como investigador en el Laboratorio de Publicaciones Híbridas de la Universidad Leuphana en Alemania, soy fundador del proyecto editorial experimental Flee Immediately! y cofundador del podcast Liminal Bits . También soy miembro de The PlaceHolder Group , un colectivo que explora la metapresencia , la improvisación y los sentimientos en las representaciones telemáticas.

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